Tu meta; paciencia y disciplina

Si hace 20 años me llegan a decir que tendría la forma física que tengo actualmente... no me lo hubiera creído... ¡ni de coña!

Para poneros en situación, con 12 años yo ya superaba el metro setenta y pesaba cerca de 80 kilos. El siguiente estirón (tanto hacía arriba como hacia los lados) lo daría con 15 años llegando al metro ochenta y dos y 100 kilos de peso.

Y lo del metro ochenta y dos lo supe cuando adelgacé, porque siempre medí 180 cm de altura.

No os voy a engañar, no tenía los huesos anchos ni estaba fuerte, sino que estaba obeso, muy obeso...

La primera vez que me puse encima de una báscula de medición corporal por bioimpedancia, marcó un porcentaje de grasa corporal del 48%. Un año más tarde, en la misma báscula, daba error porque superaba el 50%.

Todo un completo despropósito... Llevaba una 58 de pantalón y una XXL o XXXL de camisa, me costaba correr y cualquier esfuerzo era algo agotador. Tenía mucha fuerza, eso si es cierto, también aproveché para entrar en un equipo local de Lucha Canaria y Lucha del Garrote. Estuve varios años, pero seguía comiendo mucho y muy muy mal.

Un día, durante una donación de sangre, la enfermera me preguntó por mi peso y demás, al contarle me preguntó si en mi casa habían antecedentes de problemas venosos, coronarios, cardíacos y demás. Mi respuesta fue afirmativa y ella, con toda la dulzura del mundo, me dijo que desde ya debía elegir entre comer lo que quisiera o morir jóven. Ése momento fue chocante y revelador, a partes iguales...

Fui, días más tarde al médico de cabecera y hablamos del tema y me dijo que la enfermera tenía razón, que en la situación en la que me encontraba, sufrir cualquier enfermedad era más factible y que, con antecedentes familiares, estaría más predispuesto que otras personas a padecerlas. Me dio unas pautas alimenticias y de ejercicio físico y tras llegar a mi casa, hablar con mi madre y pasar el shock de que si seguía así sólo iba a causar mi perdición, decidí hacer algo respecto, pero no sabía ni cómo ni por dónde empezar.

A muchos os podrá sonar raro, pero alguien que jamás ha visto nada de temas fitness, nutrición y, en general, hábitos de vida saludables, muy poca idea tiene de nada... y yo estaba más perdido que un pulpo en un garaje...

Al terminar el Instituto, empecé a hacer un curso de Auxiliar de Farmacia. Yo seguía engordando y ya pesaba 125 kilos, 18 años tenía...

La profesora,-desde aquí te mando un beso Laura-, me preguntó si había recibido alguna ayuda para perder peso y le dije que no, entonces ella se ofreció a ayudarme y lo hizo. 

El curso duró cerca de 9 meses y durante ése tiempo conseguí perder 25 kilos, el cambio fue brutal, pero arrastraba errores que ya comentaré más adelante. Pesaba 100 kilos, visualmente estaba mejor, llevaba una 48 de pantalón y una XL de camisa, la cosa mejoraba poco a poco.

Conocí a mi actual pareja y junto a ella recibí el apoyo y empuje que faltaba para conseguir llegar a un nivel de grasa y peso normales o saludables. Ella iba al gimnasio por aquél entonces y empezamos a ir juntos. Trabajaba a turno partido y por la tarde nos íbamos a entrenar. 

Durante 4 meses, y sumando a la pérdida de peso anterior, perdí un total de 37 kilos, ya eran 88 kilos y la cosa prometía.

A partir de aquí, comienzan los errores, errores que se traducen en la no interiorización de hábitos saludables y de ejercicio.

Dejamos de ir al gimnasio, empezamos a "dejarnos ir" y tanto ella como yo engordamos. En mi caso, de 88 kilos pasé a 107 kilos... ¡Bien hecho Charly! (Viva la ironía)

Pasó el tiempo y me empezó a picar el gusanillo de la Policía Nacional, poco a poco fui informándome y volvimos a entrenar e iba haciendo según lo que veía en YouTube (muchas gracias a David Marchante con su canal de Powerexplosive y Sergio Peinado con su canal de Entrena con Sergio Peinado por ayudar y motivar de la forma en la que lo hacéis), me valía, pero en temas nutricionales, las carencias eran evidentes... 
Sí, bajé peso, logré bajar hasta los 83 kilos (he obviado otras situaciones con bajadas y subidas de peso para no hacer aquí el antiguo testamento y el nuevo juntos, tampoco tenían relevancia, así que no os perdéis nada), pero necesitaba la ayuda de un profesional de la nutrición.

Aquí es dónde entra en juego mi actual nutricionista, Iván Tardón Maldonado, que es dietista, nutricionista y asesor deportivo. Su canal de YouTube y RRSS aquí, aquí y aquí.
Gracias a él conseguir llegar a un nivel de grasa corporal del 11%, algo que jamás imaginé conseguir. Él me ayudó a interiorizar los buenos hábitos de alimentación y de vida saludable. Muchas gracias Iván, de corazón.

Actualmente estoy en fase de definición, sigo opositando al CNP y tengo la mejor forma física de mi vida y el camino que se abre ante nosotros invita a continuar buscando sacar siempre la mejor versión de un mismo.

El camino que hace tres años empecé, sigue dándome sorpresas, algunas buenas y otras no tan buenas y es que el camino que se sigue en el fitness y en mejorarte continuamente está lleno de baches, caídas, desvíos, zonas cortadas, pero lo que importa es que sigas directo a tu meta, que ésta sea tu motivación y tu objetivo. Yo sigo más motivado que nunca y si yo he conseguido llegar hasta aquí, cualquier persona puede.

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